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¿Cómo cuidar una palmera artificial?

Sí, sabemos que una de las razones por las que has elegido las palmeras artificiales es para olvidarte de los cuidados que requiere una planta natural, así que tal vez te extrañe que dediquemos un artículo a cómo cuidar una palmera artificial, la tarea que intentabas evitar.

Cómo cuidar una palmera artificial

Con una planta artificial no tendrás que estar pendiente del riego, fertilización, transplante, cuidado de plagas y otras muchas labores que la jardinería implica. Pero, de lo que no podrás salvarte es del polvo y la suciedad del ambiente.

Evita alergias

Como cualquier otro elemento de tu decoración, las palmeras artificiales necesitan una limpieza periódica. Esta no solo te permitirá conservarlas en perfecto estado, sino que también será una medida de protección sanitaria, evitando reacciones alérgicas o complicaciones respiratorias por la acumulación de polvo.

Afortunadamente, es muy fácil limpiar una palmera artificial. Es una tarea que podrás realizar de manera rápida y con muy pocos implementos.

Cómo cuidar palmera artificial
Cómo cuidar palmera artificial

¿Cómo limpiar las palmeras artificiales?

Existen varios métodos para limpiar una palmera artificial. Para elegir el que más te convenga deberás tener en cuenta el tamaño de tu planta, su ubicación y el material del cual está fabricada. No es lo mismo limpiar una enorme palmera de jardín que una pequeña Kentia que esté en una maceta en el salón de tu casa.

Si se trata de una planta de interior, lo primero que debes hacer es sacudir el polvo que pueda haberse acumulado en sus hojas o en el nacimiento de las mismas.

La limpieza paso a paso

Para hacerlo puedes emplear un plumero o un cepillo de cerdas suaves. Con cuidado, limpia cada hoja y no te olvides del tronco, sobre todo si se trata de especies con tallos gruesos y con texturas.

Esto puede convertirse en un trabajo pesado si la palmera artificial es muy frondosa o de gran tamaño. En ese caso, puedes ayudarte con un secador de cabello o una aspiradora con la boquilla cubierta con una media, para regular la presión del aire. Es importante que selecciones una temperatura baja, para evitar que el calor dañe las hojas.

Frecuencia de limpieza

Este tipo de limpieza debe realizarse regularmente, al menos una vez a la semana o cada quince días, para que el polvo no se acumule. Pero si a pesar de los esfuerzos notas que tus plantas requieren un aseo más profundo, es hora de utilizar un poco de agua.

Lo primero que debes hacer es proteger la maceta en la cual se encuentra tu palmera artificial. Ten en cuenta que por lo general el soporte de la planta tiene poliexpan y este material se deteriora fácilmente al contacto con el agua.

Cuidado con el agua y el material de la maceta

Por otra parte, el material de la maceta también puede afectarse con la humedad, sobre todo si has elegido uno de latón o de fibras naturales como la madera o mimbre. De ser así, lo ideal es cubrir con cuidado el exterior del recipiente y el área de la tierra o arena con un bolsa o un trozo de plástico convenientemente grande.

En muchos casos será suficiente con rociar agua en las hojas o pasarles un paño humedecido. Pero si se se trata de plantas ubicadas en la cocina, por ejemplo, que tienen grasa pegada, o si han absorbido olores ya sea de alimentos o humo del tabaco, deberás preparar una solución con agua y vinagre blanco a partes iguales.

Productos para limpiar tu palmera artificial

Puedes utilizar un jabón neutro o limpiacristales en poca cantidad. Es muy importante que antes de aplicar el producto realices un prueba en una zona poco visible de tu palmera artificial y verifiques que el color no se vea afectado por la preparación.

Las plantas de plástico son más resistentes que las de seda u otros tejidos, pero las palmeras artificiales de buena calidad suelen contar con un tratamiento especial que les permite tolerar la limpieza con productos poco abrasivos sin perder sus colores, textura y brillo.

De acuerdo a las dimensiones de tu planta puedes utilizar diferentes técnicas que facilitarán la tarea. Si se trata de plantas pequeñas, puedes usar un spray rociador.

Si no tienes este tipo de envase a mano, puedes reciclar el de algún producto de limpieza del hogar, asegurándote de enjuagarlo antes, para eliminar cualquier resto que pueda tener.

También puedes llenar la bañera con agua tibia y sumergir la planta boca abajo durante un par de minutos.

Limpiar los tallos y ramas

No olvides retirar también el sucio de los tallos. Cuando se trata de palmeras grandes es aconsejable utilizar una bayeta, que te permita acceder a las zonas más altas y realizar el trabajo de manera más cómoda y rápida.

Para finalizar, es importante que seques la superficie de las hojas de tu palmera artificial para evitar el olor a humedad, las marcas de cal y la formación de moho.

Utiliza papel absorbente o un paño de microfibra. Un secador de cabello con aire frío también puede ser de mucha utilidad. Antes de proceder al secado manual, puedes sacudir un poco las ramas, para que drene el exceso de agua.

Después de limpiar toca secar

Si cuentas con una terraza o patio, puedes sacar tu palmera artificial al exterior y dejar que se seque al aire libre. El mejor momento para realizar este trabajo es durante el verano o los días finales de la primavera, pues el calor del sol agilizará los tiempos de secado.

En el caso de plantas de exteriores, que suelen ser de gran tamaño, ayúdate con una manguera para limpiarlas. Regula la presión para evitar deformar las hojas o barrer los colores.

Comienza apuntando el chorro de agua hacia la parte superior, para que el sucio se deslice hacia abajo. Presta especial atención a las intersecciones de las hojas y al punto de unión con el tronco.

Para los tallos utiliza una bayeta o un palo lo suficientemente largo con un paño en el extremo superior, para frotar la superficie del tronco y remover cualquier sucio que pueda estar incrustado.

Limpieza con productos especiales

En el mercado puedes encontrar productos especialmente diseñados para la limpieza y conservación de tus palmeras artificiales. Para las plantas de interior se pueden usar aerosoles anti polvo, que evitan la acumulación de partículas del ambiente en la superficie de las hojas.

Este tipo de limpiadores poseen propiedades antiestáticas que repelen el polvo y facilitan la limpieza. Es una excelente opción sobre todo para las plantas de seda, pues su cuidado es más delicado.

Asegúrate de adquirir un producto especialmente diseñado para estos fines. Los anti polvo de equipos electrónicos, por ejemplo, suelen tratarse de spray de aire comprimido, que liberan de manera muy efectiva el polvo de lugares de difícil acceso, como teclados de ordenadores, pero no crean barreras de protección.

Protectores para palmeras de exterior

Otros aliados para el mantenimiento de tus palmeras artificiales son los productos con protección UV. Por lo general se venden en forma de aerosol para facilitar su aplicación.

Refuerzan el tratamiento protector que puedan tener tus plantas artificiales, pues ya sabemos que, al igual que los bloqueadores solares que solemos usar para nosotros, tienen un tiempo de eficacia acotado.

Los spray de protección UV te ayudarán a mantener en perfectas condiciones los colores de tu planta, tanto si está en espacios interiores como exteriores.

Lo mejor es que no requieren aplicaciones frecuentes, pues la mayoría de estos productos ofrece un año de protección, por lo que su rendimiento es más que aceptable.

Recuerda que al momento de aplicar cualquier spray debes agitar el envase y colocarlo en forma vertical, con una pequeña inclinación que favorezca el suministro del producto.

Recomendaciones finales para una limpieza brillante

Para que tus palmeras artificiales luzcan siempre como el primer día es importante seguir unas normas básicas de mantenimiento.

En primer lugar revisa siempre las instrucciones del fabricante, pues contienen información importante respecto a los tratamientos a los que han sido sometidos las plantas.

Las palmeras artificiales de mayor calidad suelen contar con filtros de protección UV, métodos de protección ignífuga y otros procedimientos que garantizan su óptima conservación.

Debes prestar atención a las recomendaciones de cuidado, pues algunos productos pueden interferir con estos tratamientos y anular o disminuir su eficacia.

Por otra parte, como ya hemos señalado, la limpieza periódica es esencial no sólo para mantenerlas en perfectas condiciones, sino por razones de higiene.

Por último, si tienes una palmera artificial en un espacio techado, pero cerca de una fuente de luz natural o artificial, es aconsejable que la rotes con cierta frecuencia. Aunque tenga alguna protección contra los rayos UV, la exposición directa puede causar una ligera decoloración.

Al girarla garantizas que no se produzcan alteraciones de color evidentes en un área específica de tu planta y conserve un tono homogéneo en todas sus hojas.

Siguiendo estas simples pautas puedes estar seguro de que contarás con una palmera artificial hermosa durante muchos años, sin prácticamente ningún esfuerzo adicional.